string(40) "El cliente en la diana de la producción"
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El cliente en la diana de la producción

Actualmente, es el consumidor el que decide qué se fabrica. Las fábricas del siglo XXI tienen por delante el reto de escuchar, adaptarse y planificar, evolucionando constantemente el producto.

Nuevos entornos de producción, nueva planificación

En los años 70, como respuesta a una gran crisis, el área de operaciones asumió el reto de convertirse en la base de la competitividad de una empresa. Actualmente, las decisiones que toma el director de operaciones afectan a toda la empresa y conllevan una enorme responsabilidad. Un puesto clave que concentra la dirección y administración de recursos tan importantes como el capital, el personal, las materias primas y la energía. Capacidad de liderazgo, buenas dotes comunicativas y aptitudes para la planificación estratégica son los súper poderes con los que los directores de operaciones se enfrentan a la resolución de problemas, a la toma de decisiones, a fijar la estrategia de planificación y a administrar los recursos internos. Al margen de todas esas funciones, y pasando desapercibida para el radar de muchas compañías, se encuentra una de las responsabilidades clave de un buen planificador: la habilidad para crear un entorno de trabajo agradable, en el que las personas sientan que forman parte de un proyecto común y que contribuyen a la consecución de las metas de la empresa. Fomentar el trabajo en equipo, el compañerismo, la creatividad y un ambiente positivo son piezas fundamentales para conseguir el compromiso y la implicación de los trabajadores en los entornos de producción, y un buen director de operaciones debe asumir esta responsabilidad como una más entre sus tareas.

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